domingo, 31 de mayo de 2015

La Importancia de Cerrar Ciclos


Cuando los científicos hablan de ciclos, están hablando de secuencia de eventos que se repiten. Generalmente, en el área psicológica se habla de cerrar ciclos cuando una etapa debe ser superada. Esto puede ser en el terreno de duelo por muerte de un ser querido, un ruptura de pareja, un despido laboral, una mudanza, una amistad rota, entre otros.
Es importante reconocer que cuando se está en un ciclo. Un ciclo tiene tres fases: inicio, desarrollo y cierre. A lo largo de la vida tenemos ciclos. Algunos prefieren denominar el proceso de cerrar ciclos como “poner fin a un ciclo”, “cerrar puertas”, “cerrar capítulos", "pasar la página", "borrón y cuenta nueva", etc. No importa el nombre. Lo que importa es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
Generalmente, las personas pasan bastante tiempo preguntándose por qué ha sucedido algo así, por qué razón la esas cosas que eran tan importantes en sus vidas de repente ya no están.

No obstante, una actitud así generará un gran desgaste para esas personas y para los que las rodean. Todos podrían sufrir al verte paralizado.
Debemos comprender que el pasado no volverá: no podemos por siempre ser niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.
Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello. Concuerdo cuando él dice que es importante –por muy doloroso que suene destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.

Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperemos que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran nuestro genio, que entiendan nuestro amor
        Recordemos  que hubo una época en que podíamos vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante.


           Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el CD, limpia la casa, sacude el polvo, etc.