Los factores que
influyen en la conducta en el deporte suelen ser varios. La personalidad es uno
de ellos. Según Samulski (2006), existe un consenso de que la personalidad se
constituye de diferencias interindividuales. Se puede definir la personalidad
como “es el conjunto de todas las características que hacen que cada persona
sea una persona única” (Weinberg y Gould, 1999, p. 26 c. p. Samulski, 2006, p.
60).
La estructura básica de la
personalidad está dividida en tres niveles, los cuales se integran entre sí
(Samulski, 2006):1) Núcleo psicológico: En este nivel se encuentran las
actitudes, los valores, los motivos, los intereses, los pensamientos y las creencias
sobre la propia persona; 2) Respuesta típica: En este nivel se
encuentran las respuestas que representan una forma de cómo aprendemos a
adaptarnos a un medio ambiente y cómo generalmente respondemos a los estímulos ambientales y sociales; 3) Comportamiento
social: Cómo un individuo se comporta en el contexto social depende de cómo
éste percibe una situación social y el papel social en dicha situación.
Diferentes situaciones exigen diferentes papeles sociales (padre, madre,
técnico, árbitro, etc.). Al integrar estos niveles, el núcleo psicológico
presenta una estructura intensa y constante de la personalidad. En cambio, el
comportamiento social presenta una estructura externa y dinámica de la
personalidad. Por otro lado, las respuestas típicas ejercen una función
intermediaria.
¿Cuáles es la
relación entre deporte y personalidad?
Dicha relación se representa por
tres hipótesis, las cuales son:
-Hipótesis de
selección: Se considera al deporte como un factor de selección. Individuos
con determinada estructura de personalidad se interesan por disciplinas
deportivas específicas. Según esto, existe una mejor adaptación de las
estructuras de la personalidad o del perfil de exigencias de las modalidades
deportivas. Por ejemplo, “las personas orientadas para el rendimiento se
dedican a los deportes competitivos y las personas agresivas se interesan por
el boxeo y las personas introvertidas por los deportes individuales” (Samulski,
2006, p. 64).
-Hipótesis de la
socialización: Se considera al deporte como un factor de socialización. La
actividad deportiva influye en la
personalidad y en su desarrollo de una forma específica. Por ejemplo, “altera
la motivación para los rendimientos, los comportamientos agresivos, el papel de
la mujer, el liderazgo y la comunicación social” (Samulski, 2006, p. 65).
-Hipótesis de la
interacción: “Los procesos de
selección y de socialización se influencian de forma recíproca” (Samulski,
2006, p. 65). Por ejemplo, el boxeador agresivo por naturaleza se torna más
agresivo practicando ese deporte, el deportista de alto nivel mejora su
desempeño en la práctica de deportes competitivos y el deportista de deportes
colectivos se vuelve más extrovertido en las prácticas (Samulski, 2006).
¿Qué distingue una personalidad
deportista de una no deportista? Para responder, Samulski (2006) menciona que
en 1971 Ogilvie y Tutko investigaron a 1500 deportistas de diferentes niveles
de rendimiento en Estados Unidos, y obtuvieron que los deportistas se
caracterizan por poseer las siguientes características de personalidad (p. 66):
Son motivados para el rendimiento y revelan una tendencia para establecer metas
exigentes y realistas para sí y para otras personas, son personas muy
organizadas y disciplinadas, con una gran disposición para el liderazgo y capacidad
de comunicación social, disponen de una elevada capacidad de autocontrol, de
resistencia psíquica, de autodominio, de control emocional y de elevada
tendencia de comportamiento agresivo.
En 1970, Kane encontró que “los
sprinters" y los lanzadores son más extrovertidos que los deportistas de medio
fondo” (Samulski, 2006, p. 68). Es decir, “todo parece indicar que la
introversión aumenta en la medida que la distancia aumenta. Los corredores de
maratón son, en su mayoría, introvertidos. Las diferencias más claras surgen en
comparaciones entre modalidades deportivas individuales y colectivas”
(Samulski, 2006, p. 68).
Finalmente, en 1971, Ogilvie y Tutko
encontraron que los deportistas de las modalidades individuales tienden más a
ser introvertidos (Samulski, 2006). Son menos motivados para contactos
sociales, presentan un nivel más alto de agresividad, parecen más creativos que
los deportistas de modalidades colectivas. Los últimos tienden más para la
extroversión y son más motivados a establecer contactos sociales. A su vez, se
encuentran diferencias en las disciplinas deportivas. Por ejemplo, “los
corredores de automóviles tienen alta capacidad de percepción y anticipación,
controlan mejor sus emociones, son más introvertidos y sienten menos miedo en
situaciones de peligro que la media de los deportistas” (Samulski, 2006, p.
69).
Alessandro D'Amico
Psicólogo y Coach con formación en Psicodrama
@alessdamico
REFERENCIAS
Kane, J. E. (1970). Personality and physical abilities. In Kenyon, G. S.
Contemporary psychology of sport. Chicago, Illinois, U.S.A., 131-141.
Olgive, B. & Tutko, T. (1971a). Sport: if you want to build character
try something else. Psychology today, 10, 61-63.
Olgive, B. & Tutko (1971b). Problem athletes and how to handle them.
London, England: Pelham
Samulski, D. (2006). Psicología del
deporte. Manual para Educación Física, Psicología y
Fisioterapia. Volumen 1. Armenia, Colombia:
Kinesis.
Weinberg, R. & Gould, D. (1999). Psychological foundations of sport
and exercise psychology. Champaign, Illinois, U.S.A., Human Kinetics.