miércoles, 29 de abril de 2015

INSEGURIDAD CIUDADANA: UN TRAUMA PSICOSOCIAL (I)

Cuando se habla de materia de Derechos Humanos, debemos entender, que en los mismos se encuentra el derecho a la vida y a la libertad. Particularmente nombro éstos, porque existe un problema que aqueja a nuestra sociedad venezolana. Este problema es la inseguridad ciudadana, que en lo que a mí concierne viola el derecho a la vida y, sobre todo, el derecho a la libertad.
            Esto tiene un impacto en las personas a nivel individual y a nivel colectivo. La inseguridad social es un problema que aqueja en nuestra vida cotidiana. No es nuevo. Tiene con nosotros por lo menos unos 45 años. Se ha dejado arrastrar y arrastrar, es decir, se sabe que el problema está, pero se ha naturalizado de tal forma, que pareciera que nuestra forma de vida se estructura en base a la inseguridad que vive el país.
            Vivir en la inseguridad que actualmente acontece a nivel nacional, es análogo a vivir en un estado paranoico como los que se han vivido en las guerras. No veo ninguna diferencia. El efecto en las personas es algo digno de analizar e intervenir, estamos en estado de emergencia, porque la inseguridad no respeta ideología, credo, color, cultura o clase social.

            Cuando una persona ha sido víctima –mejor dicho- afectada por la inseguridad, lo vive de manera impactante. Veamos que ocurre durante la fechoría del afectado por parte del victimario y que ocurre luego de la fechoría. Durante el acto, la persona afectada puede arriesgarse a oponerse a la fechoría, corriendo el riesgo de morir en el intento. Por otra parte, podría reaccionar tomando una actitud colaboradora, con miedo manifestado a través de sudor, frío, sensación de puntada en el plexo solar, o sentimiento de culpabilidad. Otra opción es que en el momento no se exprese ninguno de estos elementos de miedo, sino más bien la persona colabora sin percatarse de estos elementos.
            Luego de que la fechoría se comete, la persona suele sentir los elementos antes mencionados y comienza a sentir emociones negativas como la rabia, la tristeza y la ira. Por lo general, los hombres suelen reprimir los sentimientos generados luego de la experiencia, quizá por normas sociales establecidas como el hecho de que el hombre es hombre y debe seguir adelante “guapeando”.  En cambio, las mujeres buscan por lo general conversar al respecto con alguien de confianza.
            Luego de haber descrito brevemente lo que ocurre en una situación de inseguridad ciudadana –que podría haber sido descrita no sólo para una persona afectada, sino también para un grupo de personas afectadas-podemos decir que esto puede generar trauma psicosocial. Si nos recordamos de la definición de lo que es un trauma psicosocial, no es más que una herida o vivencia que afecta de tal manera a la persona que la deja marcada, es decir, que en ella deja un residuo permanente, lo cual ocurre en un determinado contexto sociohistórico, y dicha herida depende de la peculiar vivencia de cada individuo afectado, vivencia condicionada por su extracción social, por su grado de participación en el conflicto así como otras características. Se califica como trauma lo particular de una herida que una experiencia difícil o excepcional (la muerte de un  ser querido, una situación de particular tensión o sufrimiento, algún hecho dolorosamente frustrante) deja en una persona o en un colectivo o población.

Alessandro D’Amico

Psicólogo
@alessdamico

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